Descripción
En un pasado remoto pudieron haber surgido algunos cangrejos con una ligera semejanza a una cara humana. Los pescadores, al observar el parecido y por respeto a los guerreros ancestrales, habrían regresado a estos cangrejos al mar, permitiendo su supervivencia y reproducción. Después de cientos de años, los cangrejos más comunes tenderían a ser los más parecidos a una cara. Un bello ejemplo de selección artificial. ¿O no?
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